RINCON, MARIA GUADALUPE / Escritor
* Primera parte
-El fenómeno de la intimidación y del acoso entre alumnos
-La intimidación en la escuela
-La agresión
-El miedo
-La impulsividad
-La incompetencia social -La inmadurez
* Segunda parte-Una es
cuela responsable ante el fenómeno de la intimidación y del acoso entre alumnos-Prevenir el fenómeno de intimidación y de victimización-La escuela frente al fenómeno de intimidación y de acoso escolar entre alumnos
* Tercera parte- Ayuda directa a los protagonistas del fenómeno de la intimidación y del acoso entre alumnos-¿Cómo ayudar a los alumnos a salir del rol de víctima o del intimidador?-¿Qué pueden hacer los padres de los alumnos víctimas y de los autores de acoso o de la intimidacion en la escuela?
Desde hace muchas generaciones, el fenómeno de la intimidación y el acoso escolar ha sido motivo de preocupación para las familias de todos los niveles socioeconómicos, en muchos países del mundo porque, como es sabido, mientras están en casa los niños se encuentran a salvo de agresiones externas, pero cuando van a la escuela se relacionan con personas y ambientes distintos a los acostumbrados, y a veces tienen que lidiar con compañeros que se valen de su fuerza o su poder para intimidar a los más débiles, y muchos alumnos no saben cómo contener esa violencia.Para prevenir o darle solución al problema de la intimidación y el acoso en la escuela es necesario que padres de familia y maestros conozcan sus causas, la forma en que se presenta la agresión, los daños físicos, psicológicos o emocionales que a corto, mediano o largo plazos puede suscitar en la víctima, el acosador y los espectadores pasivos deja violencia, y, sobre todo, qué estrategias de prevención e intervención se deben implementar para ayudarlos.La autora de este libro da respuesta a tales cuestiones y recomienda a los adultos comprometidos con el bienestar de niños y adolescentes en el ámbito escolar, poner límites claros a los comportamientos agresivos de algunos alumnos mediante el fomento de valores como el compañerismo, la solidaridad, el respeto en las relaciones interpersonales,la conciencia del bienestar colectivo y la protección de los más vulnerables, entre otros, y contribuir así a la formación de estudiantes con la suficiente madurez psicológica y social que evite conductas intimidatorias y propicie un ambiente seguro para que los estudiantes asistan a la escuela sin miedo a ser agredidos.
